A las 18:30 dieron comienzo las carreras de las categorías inferiores, y una hora después, quien escribe estas líneas y el resto de atletas, tanto seniors como veteranos, tomamos la salida tras guardar un minuto de silencio por la muerte de Severiano Ballesteros. La carrera dio comienzo a las puertas de las pistas de atletismo de Talavera y seguidamente, pasando por la Iglesia del Prado, nos encaminamos hacia el río Tajo, por cuyos márgenes transcurrió gran parte de la carrera en ambas direcciones. Hay que destacar que hacía una brisa un tanto molesta cuando te daba de cara, pero como se volvía en dirección contraria, luego te ayudaba. Cruzamos por primera vez el río por el Puente de Hierro, y después y tras pasar por el Parque de los Sifones, le volvimos a cruzar, esta vez por el Puente Romano, desde donde nos encaminamos de vuelta a las pistas de atletismo, en cuyo recinto estaba situada la meta.
La carrera tuvo una distancia de unos 10.300 metros según los Garmin de algunos atletas a los que consulté. Yo quedé en el puesto 21º con un tiempo de 38:40. Mi visión particular de la carrera es que es bastante atractiva y recomendable, tanto por la belleza del recorrido, como por su altimetría prácticamente llana, si bien eché en falta más ambiente, ya que la participación no fue muy numerosa (270 atletas aproximadamente).
Por último destacar que el vencedor de la prueba fue el atleta local Antonio Nuñez, portador, además, del dorsal número 1.
Fdo: ANVI
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